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“La falta de sueño por la utilización de tablets, móviles o consolas antes de dormir está provocando la aparición de importantes problemas de salud y de comportamiento en nuestros niños y jóvenes”. Así de contundente se muestra la Dra. Maribel Andrés, de la Unidad del Sueño del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón. El hospital pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 19 hospitales y 27 centros médicos.
El insomnio tecnológico ha hecho aumentar el número de niños y adolescentes en las consultas médicas en el Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón en un 22% en los últimos cinco años. Tal como puntualiza la doctora Andrés, “la falta de sueño aumenta la irritabilidad y el fracaso escolar, pero no hay que olvidar las patologías que están comenzando a ser habituales por la falta de sueño como la hiperactividad, depresión incluso obesidad”.
“Estas patologías -puntualiza- nos obliga a que el tratamiento sea multidisciplinar y estemos en contacto permanente con otros especialistas, como pediatras o psiquiatras ya que hay chicos con un diagnóstico inicial de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y cuando profundizas lo que hay detrás es un problema de higiene del sueño”. Y es que los síntomas del TDAH y la falta de sueño son muy similares. “Si un niño duerme poco está más hiperactivo y con una mayor falta de concentración”, concluye la Dra. Andrés
La reeducación de la sociedad “para irse a dormir” es fundamental tanto en educadores, padres como adolescentes. “Educar a las familias en unos buenos hábitos de sueño y su optimización en cuanto a cantidad de descanso ayudaría muchísimo a mejorar el rendimiento, prevenir el fracaso escolar y disminuir la agresividad en los colegios”, explica la Doctora Andrés. “Hoy en día, -comenta- los padres les dejan viendo la tele o la tablet hasta muy tarde y cuando los meten en la cama tardan mucho en dormirse y a la mañana siguiente toca madrugar. Antes de dormir los jóvenes tendrían que sacar tengan tablets o móviles de su habitación porque muchas veces los padres ni son conscientes de lo que sus hijos hacen cuando se van a dormir”.
Otro punto importante por considerar es que las pantallas iluminadas tienen mucho contenido de luz azul, algo que dificulta la conciliación del sueño. Tal como explica la doctora Andrés “ciertas células de la retina son muy sensibles a los tonos azulados y son precisamente las que influyen más en el ritmo de secreción de melatonina (hormona que regula nuestro reloj biológico)” y afirma que “en el caso de los adolescentes, al problema de las nuevas tecnologías se suma el denominado «retraso de fase». Debido a los cambios hormonales, «a estas edades la melatonina se genera más tarde, por lo que de manera natural tardan más en dormirse, lo que se complica con el uso de las tecnologías»
Cómo actuar
La doctora Andrés da unas pautas para cambiar la cultura del sueño:
– Estipular un horario de sueño: No acostarse a horas distintas cada día ni a altas hora de la madrugada
– Aparcar las tecnologías antes de acostarse (ya que el 70% hacen uso de ellas, lo que dificulta dormir más y mejor) y buscar un espacio en casa donde “aparcarlas” dos horas antes de conciliar el sueño
– Dormir hasta 9 horas al día en el caso de adolescentes y 11 horas en el caso de niños más pequeños
– Acostarse habiendo hecho la digestión y cenar ligero