La depresión y la ansiedad pueden venir motivadas por el síndrome de ovarios poliquísticos

La detección avanzada de esta enfermedad puede evitar además la infertilidad, obesidad, diabetes, cardiopatía, hipertensión, o sangrados uterinos anormales

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ActualitatDiària

El diagnóstico y tratamiento del síndrome de ovario poliquístico es fundamental para evitar complicaciones futuras en las mujeres que lo padecen. Un problema de salud que afecta a un 10% de las mujeres en edad productiva. Aunque el componente genético tiene mucho que ver en que este síndrome afecte a varias mujeres de una misma familia, hay señales de alarma que hacen factible la detección de una enfermedad que puede derivar, si no se trata adecuadamente, en infertilidad, depresión, obesidad, diabetes, cardiopatía, hipertensión, o sangrados uterinos anormales.

El doctor Herraiz del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime explica la relación directa de esta enfermedad con el desequilibrio hormonal y explica que “en las mujeres los ovarios fabrican las hormonas estrógeno y progesterona, así como la hormona masculina: los andrógenos, pero en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, los ovarios fabrican cantidades de andrógenos más elevadas de lo normal y esto  puede interferir en el desarrollo y la liberación del óvulo lo que provoca que se acumulen en varios ovarios, óvulos maduros no liberados dando el aspecto de múltiples quistes pequeños”.

Por eso es fundamental acudir al ginecólogo cuando se tiene periodos menstruales irregulares o faltas de la menstruación, porque las consecuencias de esta afección sobre los ovarios pueden hacer que se deje de ovular. “El síntoma más habitual es la menstruación irregular, pero no hay que olvidar, -puntualiza el doctor Herraiz-, que el desequilibrio hormonal propio de este síndrome puede desencadenar cambios en todo el cuerpo, no solo en los ovarios.

De hecho, la sintomatología del ovario poliquístico también va asociada a la aparición de acné, la alopecia en algunos casos, la acantosis pigmentaria que es el oscurecimiento y engrosamiento de la piel de alrededor de cuello, las axilas o los senos, un exceso de vello en el rostro, el pecho y la espalda o un aunmento de tejido graso sobre todo en la zona alrededor del abdomen”

Cuando se padece algunos de estos signos unido a una menstruación irregular ya se da la señal de alarma para visitar a un profesional. Una apreciación importante según el doctor Herraiz es “no generar la alarma en el caso de una niña que esté haciendo el cambio y que puede tardar hasta dos años en presentar períodos menstruales regulares desde su primera menstruación pero sí que hay que tener en cuenta que las niñas que presentan de forma precoz algunos signos de la pubertad, como el desarrollo del vello púbico o axilar antes de los ocho años, tienen un riesgo incrementado de padecer un síndrome de ovario poliquístico más adelante. Ahí sería recomendable la visita al ginecólogo a los 13 años”.

Tratamiento multidisciplinar 

El tratamiento de los ovarios poliquísticos en ocasiones y dependiendo del grado de afección requiere también la visita a otros especialistas para completar su tratamiento. “En nuestra consulta, -afirma el doctor-, además de una revisión ginecológica con ecografía y una analítica de sangre que nos permita medir las concentraciones de andrógenos, insulina y otras hormonas, hay que valorar un tratamiento multidisciplinar dependiendo de la sintomatología que presente la paciente”

“Dependiendo del resultado receto anticonceptivos orales para ayudar a equilibrar las concentraciones hormonales en el organismo y regular el ciclo menstrual y además pueden ayudar a controlar el acné y el crecimiento excesivo del vello, pero si el acné no mejora tras el tratamiento se debe remitir al dermatólogo para que recete antiandrógenos o fármacos para reducir el oscurecimiento de la piel y para prevenir el crecimiento excesivo del vello“, concluye el doctor Herraiz.

Si la paciente tiene exceso de peso se debe remitir además a un endocrino o nutricionista porque es muy recomendable perder peso ya que se evitara una hipertensión o una diabetes futura, incluso sólo con perder peso se consigue restaurar las concentraciones hormonales y disminuir la hinchazón. Tal como explica el doctor Herraiz, “cuando sufrimos una alteración hormonal es común que la insulina y su producción en el páncreas cambie. Poco a poco se produce un exceso de glucosa en nuestro organismo, algo que puede derivar de forma irremediable en diabetes tipo 2”.

Por otra parte, el componente emocional es muy importante en la mayoría de las pacientes que padecen esta enfermedad. La autoestima disminuye tanto que algunas chicas que padecen un síndrome de ovario poliquístico se deprimen. “En estos casos, -comenta el doctor Herraiz-, puede ser de ayuda hablar con un psicólogo ya que entre los problemas psicológicos en los que puede derivar el síndrome de los ovarios se encuentran estrés, ansiedad, depresión, disminución de la calidad de vida, cambios en la imagen corporal e identidad, baja autoestima, y disfunciones psico-sexuales”

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