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Alrededor de unos 300.000 estudiantes se enfrentaron en 2017 a la nueva Selectividad, la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), unas pruebas que siempre conllevan nervios y estrés entre los más jóvenes. La ansiedad ante los exámenes es un motivo por el cual los adolescentes acuden al psicólogo, de hecho, más del 20% sufren esta enfermedad en España, según datos del estudio PISA de 2015.
Algunas recomendaciones para dar lo máximo en esta prueba, según María García Salinas, psicóloga de Blua de Sanitas, son las siguientes:
- “Es importante aprender a manejar la ansiedad y el agobio propio de estas situaciones. Lo primero, es comprender que forma parte del proceso, que se trata de una alarma que nos indica que algo importante está ocurriendo, pero hay que evitar el temor que nos genera pensar que no vamos a aprobar. Una buena estrategia es la práctica de ejercicios de relajación como la respiración diafragmática”, afirma.
- Para evitar este tipo de situaciones, “se recomienda una planificación realista y flexible y llevar una rutina saludable en cuanto a sueño, alimentación y autocuidado los días previos a los exámenes y durante las pruebas”, según la psicóloga. Esto nos permitirá conseguir un rendimiento óptimo en cuanto a concentración y memorización, ya que es vital que nuestro organismo se encuentre en las mejores condiciones posibles para minimizar los obstáculos y dificultades a la hora de estudiar.
- La psicóloga de Blua de Sanitas recuerda que “hay que tener en cuenta que la planificación nos debe permitir manejar los imprevistos y dedicar tiempo a otras actividades. Es una forma de ayudarnos a cumplir nuestro objetivo, pero no debemos ser esclavos de ella”.
- Otro de los caballos de batalla de los estudiantes es el sentimiento de soledad y aislamiento. “Si bien es cierto que es probable que se dedique menos tiempo a socializar durante estos días, lo más importante es que la comunicación con familiares y amigos fluya, a pesar de las dificultades, y que ambas partes puedan expresarse para encontrar un punto de encuentro”, asegura la experta de Blua de Sanitas.
- Antes de la época de exámenes es importante tener una buena técnica de estudio, mediante la que seamos capaces de sintetizar e identificar los conceptos más relevantes. Es decir, “no es recomendable basarse solo en la memorización”.
- Otra recomendación es mantener al día la organización y agenda académica apuntando y programando los momentos de estudio o repaso. “Esto nos ayuda a generar una sensación de control y autoeficacia, lo que disminuye las preocupaciones y anticipaciones negativas”, afirma la psicóloga.
- No hay una regla exacta sobre cuántos días antes es necesario estudiar, se trata de adaptar los recursos y necesidades de cada uno a la prueba en sí. Para María García Salinas, “lo que es importante en todos los casos es contar con el tiempo suficiente para poder preparar bien el examen y que el tiempo no sea el factor central. Ya que suele ser la causa principal de agobio en los estudiantes”.
- Otra de las claves es acudir a la cita lo más descansado y relajado posible, algo que muchas veces no se tiene en cuenta. “Es muy importante mantener los pensamientos negativos a raya, haber descansado la noche anterior, centrase en el momento presente y no en lo que nos asusta que pase si no nos sale bien el examen”, afirma García Salinas. En este sentido, y para aumentar también la motivación, podemos ayudarnos de auto instrucciones positivas. Es decir, darnos a nosotros mismos mensajes de apoyo, como por ejemplo: “voy a hacerlo lo mejor posible hoy”.
- Durante el examen, también es recomendable organizarse bien. La estrategia más óptima es, en primer lugar, leer bien las instrucciones y, luego, empezar por aquellas preguntas que resulten más fáciles o se dominen mejor para después centrarse en aquellas más difíciles o largas.