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Un nuevo estudio afirma que la morosidad de las empresas españolas está por encima que antes de la crisis

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Entre diciembre 2016 y diciembre 2017 el crédito a las empresas en España se redujo en un 2,2%, pasando de 604.822 millones de euros en 2016 a 591.615 millones de euros en 2017, según un análisis realizado por la consultora AIS Group a partir de datos del INE y del Banco de España.

Una tendencia decreciente que contrasta con la buena marcha de la economía y con un crecimiento del PIB cercano al 3 por ciento. Según el análisis, en este periodo, la cartera de crédito de los bancos a las empresas siguió reduciéndose, si bien en tasas inferiores a las de años anteriores. Sí creció un 8%, en cambio, el crédito de las entidades financieras de crédito (EFC) a las empresas. En cualquier caso, siguen siendo los bancos los que explican el comportamiento de la cartera de crédito a empresas, pues en estas instituciones se concentra algo más del 95% de este crédito.

Por su parte, la tasa de morosidad de las operaciones con empresas ha disminuido notablemente en los últimos años respecto a los niveles máximos alcanzados en la crisis, si bien sigue muy por encima de los niveles previos a la crisis, cuando era prácticamente inexistente -inferior al 1%. En el último año ha pasado del 13% (diciembre 2016) al 10,2% registrado en diciembre de 2017.

Por sectores de actividad, el crédito a empresas agropecuarias es el que más crece en el último año, seguido del destinado a la industria. Sin embargo, la construcción y el sector servicios siguen cayendo, aunque en este último segmento a un ritmo más lento que años anteriores. Un año más, el crédito a la construcción es el que experimenta una mayor caída, un 13,2% entre diciembre 2016 y diciembre 2017.

Un comportamiento anómalo

El comportamiento del crédito no se corresponde con la marcha de la economía, ya que tradicionalmente el crédito presenta siempre tasas de variación más elevadas que las de la economía en general. Así, en fases expansivas de la economía el crédito crece a tasas muy superiores, y cuando la economía se contrae, las tasas de contracción del crédito también son mayores. Sin embargo, a pesar de que la economía ha comenzado a mostrar un crecimiento desde 2014, el crédito aún sigue mostrando tasas de contracción de su cartera.




De acuerdo con los datos disponibles publicados por el Banco de España, entre diciembre 2008 y diciembre 2017 el total de la cartera de crédito destinado a actividades productivas cayó de 1,018 billones de euros a 591.614 millones. Esto es un 41,8% menos.

Nuevas operaciones de crédito

Analizando la evolución de las nuevas operaciones de crédito a empresas se puede observar que tras más de un año de caída en el volumen de nuevas operaciones realizadas por las empresas (de enero 2016-a marzo 2017), a partir de marzo 2017 se comienza evidenciar una recuperación en las tasas de crecimiento, mostrando tasas positivas. De hecho, en el periodo comprendido entre diciembre 2016 a diciembre 2017, la tasa de variación se ha situado en el 8%, alcanzando los 35.613 millones de euros en nuevas operaciones.

Nuevamente, este resultado va en línea con mejores resultados de las cuentas nacionales y la estabilidad. Sin embargo, el comportamiento por montos de crédito operado es diferente en magnitudes. Así, los créditos de importes superiores al millón de euros muestran una evolución dispar en el año (subidas y bajadas) concluyendo en diciembre de 2017 con una subida interanual del 7% y un total de 18.373 millones de euros.

No obstante, en el caso de las operaciones de importes inferiores al millón, que a diciembre de 2017 se cifraban en 17.240 millones de euros, los resultados muestran una tendencia más homogénea, habiendo obtenido un crecimiento del 10% respecto a diciembre de 2016.

Tasa de morosidad

La tasa de morosidad de la cartera de crédito a actividades productivas descendió en diciembre 2017 al 10,2%. No obstante, según el análisis elaborado por AIS Group, los datos del Banco de España reflejan que la tasa de morosidad es muy distinta según el tipo de institución. Si bien las EFCs presentaban una tasa entorno al 2,5%, ésta alcanzaba el 10,4% en el caso de las entidades de crédito (bancos).

Por sectores de actividad

La dinámica por sectores de actividad también es diferente. En la mayoría de ellos se registran tasas negativas de crecimiento a excepción del sector agropecuario y la industria, que comienza a registrar tasas positivas. En el caso del sector agropecuario, con un incremento en la cartera de créditos del 7,2% en diciembre de 2017. Si bien es cierto que el peso de la cartera de agropecuario en el total del crédito a empresas sigue siendo reducido. En el caso de la industria, se percibe una tímida tasa de recuperación cercana al 0,7%.




El resto de sectores siguen mostrando tasas de contracción importantes: algo más del 13% en el caso del sector de la construcción y del 2,3% el sector servicios, que es el más importante y heterogéneo. Cabe destacar que dentro del sector servicios, las caídas comienzan a mostrar un enlentecimiento liderado por tasas positivas del subsector comercio y reparaciones que muestra tasas positivas de variación de los saldos de crédito (del 6,2% a diciembre 2017), frente al de actividades inmobiliarias que cae un casi 8,9%.