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¿Por qué es necesario practicar un reconocimiento cardiovascular para prevenir la muerte súbita en niños deportistas?

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En la actualidad un elevado porcentaje de niños y adolescentes practican deporte con entrenamientos y competiciones a edades cada vez más tempranas. Es obvio que el ejercicio regular es beneficioso para la salud, ya que disminuye el riesgo de mortalidad general, mortalidad cardíaca y desarrollo de enfermedad arterial coronaria, pero existe un aumento en el riesgo de padecer muerte súbita durante la actividad física intensa en individuos con determinadas patologías cardiacas.

Enrique Gil Beltrán, reconocido profesional especializado en Cardiología Infantil en el Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón nos habla de un riesgo que afecta entre un 1 y 2 por 100.000 deportistas / año: ‘‘Echo de menos más revisiones en deportistas en edad pediátrica. La muerte súbita de jóvenes durante la práctica deportiva preocupa. Y mucho. Los problemas cardíacos sin duda pueden acentuarse con el ejercicio físico,  por ello recomiendo reconocimientos  periódicos a  todos los niños que practican deporte con cierta frecuencia con el fin de tener bajo control cualquier anomalía”.

Avalado por sociedades científicas

Una opinión compartida con la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías congénitas (SECPCC) junto con la Subdirección General de Deporte y Salud del Consejo Superior de Deportes (CSD), avaladas por otras Sociedades Científicas como la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Fundación Española del Corazón y la Asociación Española de Pediatría (AEPED).

Todas recomiendan realizar un reconocimiento cardiovascular en todos los individuos en edad pediátrica, con edades comprendidas entre los 6 y 14 años, que practiquen deporte de competición o deporte regular con una periodicidad igual o superior a tres días a la semana, con el objetivo de detectar enfermedades cardiovasculares potencialmente letales que pueden manifestarse con muerte súbita cardiaca durante el ejercicio.

Un reconocimiento que explica detalladamente el doctor Gil: “Este reconocimiento incluye una historia clínica detallada que recoge los antecedentes familiares y personales de relevancia desde el punto de vista cardiológico, una exploración física con antropometría básica, tensión arterial y un electrocardiograma. Además, en el reconocimiento inicial se añade una ecocardiografía 2D doppler, para descartar patologías cardiacas que si bien no constituyen un riesgo de producir muerte súbita durante el ejercicio físico, sí que podrían desaconsejar la práctica del mismo a alto nivel o deban de ser controladas periódicamente en el caso de realizar deporte de competición”

Si todos los resultados son normales, la posibilidad de padecer una anomalía cardiovascular que podría ser grave, queda excluida en la gran mayoría de los casos. Una vez superado el reconocimiento cardiológico se obtiene el correspondiente certificado de aptitud deportiva, que es recomendable renovar cada 2 años si continúa con el nivel de desarrollo deportivo realizado hasta la fecha.

Aunque no hay actualmente ninguna obligación legal de obtener el certificado de aptitud médica para la práctica deportiva, ya que no existe una prevalencia lo suficientemente alta en la población para merecer la detección de una manera costo-efectiva, en junio de 2013, entró en vigor la  Ley Orgánica 3/201359, de protección de la salud del deportista y lucha contra el dopaje en la actividad deportiva que es quien recomienda la obtención de este tipo de certificados.