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Los últimos siete días de la política española ha dado un giro de 180 grados. El PSOE registró el jueves pasado una moción de censura que se debatirá este jueves y viernes en el Congreso de los Diputados. El mismo día de la semana pasada Ciudadanos planteó la necesidad de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presentara la dimisión después de la primera sentencia del caso Gürtel y la prisión sin fianza del antiguo dirigente popular, Eduardo Zaplana. En caso de que Rajoy no aceptara dicha propuesta, el viernes, el partido de Albert Rivera explicó que “presentaría una moción instrumental” sin aceptar la de Sánchez, con un candidato independiente para retomar el testigo del Gobierno de la nación.
No contentos con la colección de mociones de censuras prepuestas por estos partidos, hoy el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias ha informado que ellos también se ‘apuntan a la moda de las mociones’ y en el caso que la del PSOE fracase, presentarán la suya.
Iglesias también ha cambiado el rumbo de sus iniciativas pues ayer mismo, el dirigente de Podemos, tentó con la posibilidad de ante el posible fracaso de Sánchez, cederían tres de sus diputados para que los de Rivera hasta sumar 35 diputados para poder tener cuorum suficiente como para poder registrar una moción. El mismo ha explicado hoy a la entrada del hemiciclo que “habría que buscar una fórmula que garantizara que pudiera salir adelante”.
