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El mosquito tigre es una especie invasora que llegó a nuestro país en el año 2004 por el litoral catalán y, desde esa fecha, se ha extendido principalmente por la cuenca del Ebro y el arco mediterráneo. Las acumulaciones o encharcamientos de agua, crean el universo perfecto para el desarrollo y reproducción de estos insectos cuyas larvas se reproducen con mayor facilidad a medida que suben las temperaturas.
Pero a diferencia de los mosquitos comunes, cuyas picaduras no generan más que simples molestias, la especie ´tigre´ es una importante transmisora de enfermedades tropicales como el Dengue o el Zika. Las sintomatología y principales características de su picadura son expuestas por la doctora Victoria López Calatayud, alergóloga del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo, “Las reacciones son similares a las provocadas por el mosquito común (endurecimiento de la piel, enrojecimiento, picor local, etc) pero las del mosquito tigre son, normalmente, picaduras múltiples y mucho más dolorosas, debido a que hay mayor inflamación de la piel y requieren más días para su curación total. Pueden picar en cualquier parte del cuerpo, pero sobre todo en las piernas. Excepcionalmente, en pacientes alérgicos al veneno podría aparecer urticaria generalizada, e incluso shock anafiláctico”.
El veneno de su saliva inyectado en la piel genera una reacción local ya que contiene proteínas que el sistema inmunitario del huésped ve como sustancias extrañas. En cuanto a las medidas que debe tomar la población para prevenir las picaduras de estos incómodos visitantes, la doctora López incide en utilizar, ante todo, el sentido común y aplicar medidas idénticas a las que tomamos con los mosquitos comunes. “Para evitar las picaduras de mosquitos existen una serie de recomendaciones, además del uso de repelentes: minimizar las zonas del cuerpo expuestas usando camisas y pantalones largos (algo complicado en verano), evitar ir al campo o caminar cerca de ríos, zonas húmedas, pantanos y zonas ajardinadas sobre todo durante las horas del amanecer y atardecer, no usar colores llamativos, instalar mosquiteras en puertas y ventanas y en caso necesario, usar aire acondicionado, que evita la entrada de mosquitos debido a la disminución de la temperatura”.
¿Qué tipo de repelente es el más adecuado para luchar contra el tigre?
A la hora de elegir un repelente lo primero que tenemos que tener en cuenta es que esté autorizado por el Ministerio de Sanidad. Es importante saber que, como norma general, los repelentes basados en aceites esenciales, como por ejemplo aceite de geraniol o citronella, tienen menor efecto que los que contienen DEET (N, N-Dietil-meta-toluamida), icaridina o derivados de PMD (p-metano-3,8 diol) y que, a mayor concentración, mayor duración del efecto. No obstante, una concentración superior al 50% de DEET puede producir irritación cutánea.
¿Y si ya nos ha picado?
Puede que, pese a aplicar todas las medidas preventivas mencionadas anteriormente, el mosquito tigre consiga burlarlas y nos deje su tan temida picadura. En este caso «debemos evitar el rascado en la medida de lo posible, aplicar hielo inicialmente en la zona durante 10-15 minutos para bajar la inflamación y evitar que se expanda el veneno. Si acudimos a Urgencias seguramente nos prescriban antihistamínicos orales, corticoides o antisépticos tópicos. En ocasiones, es necesario pautar corticoides orales e incluso antibióticos, pero es importante saber que debemos evitar el uso de los típicos antihistamínicos en cremas que suelen ofrecer en las farmacias» concluye la doctora López Calatayud, quien también recomienda acudir al alergólogo.