Tras la defensa de argumentos contrapuestos el pleno derivó en un cruce de acusaciones y solicitudes de dimisión
El pleno del Debate de la Ciudad de Castellón se convirtió en la mejor antesala de las elecciones municipales. Un pleno con dos partes muy diferenciadas; Primero se defendieron las acciones, luego se recordaron los olvidos y, acabados los argumentos llegó el cuerpo a cuerpo personal, con acusaciones de corrupción y petición de dimisiones. Golpe de efecto final de la alcaldesa, que anunció inversiones millonarias para los próximos años. Las mejores intervenciones: las de Gabarda e Ignasi García.
Esperanza Molina/Laura Calles/ Actualitat Diària
El Debate del estado de la Ciudad arrojó poca luz sobre los avances y retrocesos del último año, y se convirtió en toda una antesala electoral, con menciones a la política nacional e informes interesados sobre logros, olvidos y reproches.
Fue un debate con dos partes muy contrastadas. La primera de ellas se centró en lo que “nosotros hemos hecho y ustedes no”, en los cumplimientos e incumplimientos de programas, en la política de las personas despersonalizada para la oposición, y en una muestra de argumentos que, mejores o peores, venían acumplir el guión de lo que se esperaba por parte de cada grupo político.
Pero la segunda fue una un rifirrafe en el que todos contra todos se tornó en agrias acusaciones, en el que no quedó nadie indiferente. A falta de otras respuestas, el Gürtel, las querellas, la judicialización de la vida política salió al estrado, y no se libró ‘ni Dios’ (perdón por la expresión).
No había que votar nada, solo exponer los diferentes puntos de vista de lo que es la ciudad. De esta forma, si hubiera que valorar quien pudo transmitir mejor su posición, (desde el punto de vista de este periódico por lo que vio y escuchó), el el primer puesto sería para Cristina Gabarda, porque consiguió, captar la atención e hilvanar su visión de la ciudad con una gran dosis de ingenuidad, extraída más de la calle que desde la argumentación política… como cuando comentó el estado económico en el que se encuentra Castellón con “el cierre de Jamones Trini”.
Pero quien también se lució en su primera intervención, y con acierto, fue el portavoz de Compromís, Ignasi García. Porque fue capaz de dar una imagen positiva de los logros del Gobierno municipal, del trabajo de su grupo político y de sus avances, sin perder de vista el conjunto, y afianzando expresiones y entonaciones en los términos más precisos.
Decepcionó la intervención de la alcaldesa de Castellón, de la que se esperaba más en relación con sus intervenciones de años anteriores. Frente a la Amparo Marco que convence, la primera edil se mostró hoy excesivamente nerviosa.
Cuando llegó el turno de réplica, el pleno del estado de la ciudad se fue por peteneras. El ‘todos contra todos’ estalló, y lo de menos fue el estado de la ciudad.
¿El estado de la ciudad?, Bien, gracias
La alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, fue la primera y la última en intervenir. Estaba visiblemente nerviosa. Comenzó su alocución con los temas sociales del Gobierno del Cambio. Pero más que un discurso triunfal por lo mucho conseguido y avanzado, el relato sonó apagado y recordó más a una oposición que a un Gobierno. Intentó tantas veces poner de relieve lo que otros no habían hecho o habían dejado de hacer, que sus triunfos pasaron un tanto emborronados y desapercibidos.
CseM: Los suspensos de la alcaldesa
El primero en exponer su visión fue Castelló en Moviment, a través de Xavi del Señor. Y fue un discurso desigual. Primero porque comenzó hablando de política nacional, después atacó al PP y su corrupción, y solicitó la dimisión de los concejales que podían haber sido beneficiados por las campañas ilegalmente financiadas.
Finalmente intentó dar una de cal y otra de arena. Si al Gobierno del Cambio y el Pacto del Grao, pero, pero, pero… acusó directamente a la alcaldesa que haber incurrido, al menos, en 5 suspensos. Suspenso en relación con la política de vivienda, no resuelta; en política de medioambiente; más suspenso todavía en la política de contrataciones públicas, donde acusó directamente a Amparo Marco, de no haber acabado con la corrupción y dejar que las mismas empresas que prestaron sus servicios relacionadas con la Gürtel siguieran haciéndolo ahora. Volvió a suspenderla en el tema de la externalización de servicios que deberían ser realizados directamente a través del Ayuntamiento. Y concluyó con una acusación mayor, al equipo de Gobierno, pero sobre todo a la alcaldesa y su partido, por no haber apoyado las políticas propuestas por CseM contra el fraude.
La segunda intervención de esta primera parte fue protagonizada por Ignasi Garcia como portavoz de Compromís. Cabe señalar, que el discurso estuvo ordenado y medido, en todo momento.
Sobre la acusación de CseM, les invitó de nuevo a formar parte del equipo de Gobierno, donde quizá hubieran podido valorar mejor los esfuerzos realizados, y haber contribuido de forma más óptimas a realizar la política de izquierda que perseguían.
Posteriormente hizo un repaso a los avances de la ciudad. Aunque también mencionó los olvidos, errores y recortes del PP, y su nefasta gestión en los gobiernos anteriores, Garcia fue más prudente que Marco y puso el acento en todos los temas que, tanto su grupo en el Pacto del Grao en Castellón como en el Gobierno del Botánico, en la Comunitat Valenciana, habían conseguido sacar adelante para dar la vuelta a la imagen de ciudad y a las necesidades de la Comunitat.
Porque, y esto lo remarcó mucho, “se necesita un partido que sea capaz de representar los intereses de los ciudadanos, y que tenga la misma palabra y sepa defender las mismas cosas en Castellón como en la Comunitat valenciana y en Madrid”.
Reforzó sus argumentos sobre el orgullo de haber dirigido políticas para conseguir una ciudad más accesible, más moderna, con una mayor educación y cultura y con una política de integración y patrimonio acertada. Y lo bordó.
La portavoz de Ciudadanos, Cristina Gabarda, que no dejó títere con cabeza, rompió la imagen idílica construida por Ignasi Garcia y se cebó en su crítica a la política del Pacto del Grao.
Y sacó a relucir todos los problemas que últimamente han generado las mayores polémicas en Castellón: La Junta de Fiestas, la Banda Municipal, el topónimo de la ciudad, la imposición del valenciano, los conflictos de la zona Zas, e incluso, las políticas de inserción de las que presume el equipo de Gobierno, pero que, a entender de Ciudadanos, se han quedado en anuncios y fotografías.
Acusó a los miembros del Pacto del Grao de no escuchar a los ciudadanos, de imponer políticas sectarias, de abuso de poder, y de falta de gestión, porque pese a todos sus anuncios no habían podido sacar adelante nada de cuanto se habían jactado. Y de esta forma se refirió al edificio de Plaza Juez Borrull, del Asilo, el veto en el Teatro Principal, la subida de impuestos, y el problema de las plusvalías.
No es que apoyara al PP, del que dejó caer, como quien no quiere la cosa, que no habían hecho nada en anteriores legislaturas… pero el ataque de Ciudadanos se centró en el tripartito. Y ya metida en arena, se dirigió a la alcaldesa para acusarla de haber votado en contra de los intereses de Castellón y a favor de los despidos del Hospital Provincial. “ya veremos cuanto nos cuestan sus errores a los ciudadanos”.
Simó: “Sra Carrasco, del PP también se sale”
En esta tesitura, el siguiente en intervenir, era el representante y portavoz del Grupo socialista, Rafa Simó. Simó comenzó de forma mordaz, hablando de PP y Ciudadanos como la marca azul y la marca blanca de la derecha…
Reconoció que les hubiera gustado poder avanzar en la problemática de la vivienda… dicho esto, gran parte de su discurso se centró en alabar la labor completa del equipo de Gobierno, logros conseguidos, y en señalar que se había recorrido un camino importante.
A Castelló en Moviment le lanzó una andanada, porque es fácil criticar desde fuera… y se podrían haber conseguido más cosas si Castelló en Moviment se hubiera integrado en el Gobierno… “una cosa es ver desde fuera y otra gestionar desde dentro” … para rematar, con aquello de que tenían unos objetivos similaresaunque se diferenciaban en las prioridades, y en la velocidad con la que las cosas se pueden hacer. “El PSOE va por buen camino y juntos somos mejores”, afirmó.
Tuvo palabras para el PP, y sacó a relucir la corrupción y la sentencia de Gürtel, con palabras para Carrasco: “Señora Carrasco, haga el favor de pedir perdón… del PP también se sale”.
Y para Gabarda y Ciudadanos, a los que increpó diciendo que tenían demasiados problemas internos en el grupo naranja, y que no pasaban de ser una copia del PP.
Así las cosas, la portavoz del Grupo Popular, Begoña Carrasco cerraba ese turno de intervenciones.
Parte de su discurso se había avanzado ya en la rueda de prensa que habían ofrecido días antes, y en la que pusieron de manifiesto los incumplimientos y falta de gestión del equipo de Gobierno.
Carrasco retomó la crítica en este punto, para afearles además, que en tres años no hubieran sido capaces de dar un paso hacia ninguna parte, salvo para generar polémica y enfrentamientos en la ciudad.
Poco a poco, la portavoz del PP se fue animando, y cuestionó que fueran el Gobierno del Cambio, al serincapaces de ejecutar el programa que habían prometido, o de completar algunas de sus muchas promesas de gestión. Les acusó de ser el Pacte del Frau, de ser el Gobierno de la Discordia; pero, sobre todo, de haber entrado con críticas feroces a la gestión del Gobierno anterior (el suyo) para incurrir en gastos de más de 1,2 millones de euros en autobombo y propaganda. “Son un gobierno que no escucha, que no cumpla y que no funciona”, les dijo.
Les acusó también de haber invertido más de 2 millones de euros en ‘colocar a los suyos’ de haber incrementado la fiscalidad de aumentar el gasto público por su incompetencia e irresponsabilidad, de comportarse de forma sectaria…
Y lo que vino a continuación fue un rifirrafe monumental que poco tuvo que ver con la ciudad y si mucho con los colores políticos.
Por hacerlo corto, El tema que centró las réplicas fue el de la corrupción, el Gürtel del PP y también las querellas, porque en el reparto hubo para todos… con Ciudadanos desde la banda intentando meter baza, pero ya en un segundo plano.
Ignasi García cargó las tintas y mencionó que concejales como Sales o Pérez Macián, que se habían visto relacionados con la etapa del Gürtel deberían abandonar la política, y con ellos, otros tantos diputados que se encontraban en la misma situación.
Gabarda intentó retomar la senda de su primera intervención, defendiendo ahora lo que Ciudadanos había aportado en la legislatura, pero esta vez, con menos éxito. su mayor acierto fue indicar que “si el tripartito es el motor del cambio, el motor está gripado”.
Rafa Simó, del PSOE, se lanzó a saco. Para empezar, cargó contra Castelló en Moviment, de quienes dijo,solo asumían gobierno en las alcaldías que les interesaban. Acusó a PP y CS de no hacer más que ruido.
Y para responder a las acusaciones de Carrasco, realizó una comparativa del ‘Y tu más’, poniendo de referencia la Diputación de Castellón donde gobierna el PP.
Begoña Carrasco volvió con todo lo que no es capaz de hacer el equipo de Gobierno, y esta vez cargó las armas. Habló de los 7,7 millones que, según ellos, gasta el equipo de Gobierno en las contrataciones a dedo, se mofó de las políticas del tripartito, como el Plan de Turismo plagiado, el estudio sobre la supervivencia de los árboles del Ribalta, “que se siguen muriendo” y el gasto de la Encuesta del “mapa de sensaciones”.
Dicho esto, también entró al trapo de la corrupción, pero para recordar las acusaciones del PSOE sobre corrupción, o aludir a Compromís, que también tiene causas judiciales pendientes.
El final de la intervención de Begoña Carrasco también suscitó un enfrentamiento con la alcaldesa.
Cuando Marco le recordó que se le acababa el tiempo, Carrasco contestó que le quedaban unos segundos, la alcaldesa se opuso, ‘porque la vicealcaldesa que llevaba la cuenta se lo había dicho’, los del PP protestaron y Amparo Marcó le cortó la intervención: “A ver, si dirijo yo el pleno, lo dirijo yo”.
Con ese ambiente, tomó la palabra Amparo Marco para realizar la última alocución de la sesión, y fue para tirar cohetes, pero por lo sonoro de la misma.
Muy nerviosa, evidentemente acelerada, Marco tuvo para todos.
Para Castelló en Moviment a los que dijo con acritud: “Si, yo también quiero hacer muchas cosas, pero trabajo con lo que tengo”. ¿Qué quieren ustedes?- les increpó- ¿Que aumente la deuda o que suba la fiscalidad para hacer lo que ustedes quieren? Eso no lo vamos a hacer. Si ustedes quieren que incumplamos la legalidad, no lo vamos a hacer”.
Y dicho esto, y en un tono burlesco, le reprochó a Xavi del Señor que viniera ahora con reivindicaciones que ella había encabezado desde mucho antes, y con la Señora Carreras (de Izquierda Unida) al lado.
Se dirigió entonces a Cristina Gabarda, a la que también en un tono agrio mencionó que, si estaba convencida de que este Gobierno estaba cometiendo algún delito, que no dijera allí, que se fuera al Juzgado, que ella la acompañaría.
Y le llegó el turno a Begoña Carrasco, a la que la alcaldesa recordó que ella también era madre tenía hijas, y, por cierto, cabría más que defendiera la conciliación familiar. Le reprochó el estado de las instalaciones deportivas de Castellón, tal como las dejó después de ser responsable de deportes. Y remato con que el PP era el único partido en la historia que había sido condenado por corrupción…. Vistos los reproches que se alzaban desde la bancada popular, manifestó, repitió: “el PP es el primer partido de la historia condenado por corrupción, antes fueron condenados políticos, pero no un partido”.
Pero la alcaldesa se guardaba un golpe de efecto, que representó para finalizar su intervención.
“En Castellón se invertirán más de 100 millones de euros en los próximos años”
“¿Ven esto?, dijo mostrando una hoja de papel en blanco, estas son sus propuestas, Sra Carrasco”. Y a continuación dejó caer un largo papel con texto escrito (folios pegados entre sí, desde la mano hasta el suelo),”estos son nuestros resultados. Y ya le aviso, que vamos a invertir más de 100 millones de euros en los próximos años”
Y con un tono más tranquilo, anunció que le acaban de confirmar que 7 niños de la embarcación Aquarius serían acogidos por Castellón.